El Partido Acción Nacional cumple 83 años, diez menos que el PRI, lo que lo convierte en otro partido con una larga vida en México. En el año de 1939, el exrector de la UNAM Manuel Gomez Morin, hombre inteligente, con ideas y una visión muy clara del tipo de oposición que el País necesitaba, funda con otros intelectuales al PAN. El gran mérito del panismo de esos años fue reivindicar la figura del ciudadano con una fe total en las urnas y el voto como camino infranqueable para construir lo que se veía como una lejana democracia para  México.

El PAN fue cuna de importantes hombres de ideas, entre otros al citado Gomez Morin, pero también a varios más como: Rafael Preciado Hernández, Efraín González Luna, Adolfo Christlieb Ibarrola, por supuesto también a José González Morfín y Carlos Castillo Peraza, sin duda intelectuales y políticos que lograron consolidarlo ideológicamente.

El PAN ha sido el partido de derecha por excelencia; ligado a un sector de la iglesia católica, aunque se dice laico,  aprovecha bien la fe de millones de mexicanos que profesamos esa religión y siempre ha tenido posturas conservadoras en temas cuestionables como el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Durante largos años en la Oposición y cuando por fin cambian su forma testimonial y contestataria para buscar en serio el poder, me cuesta mucho trabajo entender cómo es que el PAN postuló a Vicente Fox, quien ya había demostrado su pobre nivel parlamentario y nunca se reconoció por una postura ideológica afín al partido. Fox no se distinguió por ser un militante con talento, salvo su forma ranchera de venderse, lo que le dio un respaldo y bono democrático que por su frivolidad tiró a la basura. Pero Fox con la fuerza del PAN y del hartazgo de la gente contra el PRI, logró lo que muchos pensaron imposible:  sacarlo de los Pinos.

Pero al parecer haber ejercido 12 años la presidencia de la república no le hizo mucho bien al PAN, no le alcanzó para consolidarse y mantener el poder, por el contrario, vemos hoy a un panismo reducido y disperso, viviendo los mismos males del priísmo, acusado de corrupción en muchos de los gobiernos que ha ejercido.

Desgraciadamente han podido más los pleitos y ambiciones personales entre su cúpula por posiciones y privilegios, negocios y prebendas, que su mística política que también se ha perdido con alianzas contra natura en las que hoy participa.

Está comprobado que el poder corrompe, más aún en aquellos que por conveniencia se integran a una fuerza política solo por el afán de obtener riqueza. Eso para mi explica la pérdida de confianza y total desilusión electoral de un Partido con una rica historia que olvidó por esas sórdidas ambiciones que lo llevaron a traicionar ideales y cobijar ladrones; eso sí, muy dados a exaltar a la honestidad  como discurso. Por eso la desbandada panista que le hace perder terreno todos los días.

Transitorio.- Los candidatos del PAN a la presidencia de la República han sido lastimosos, ahí les dejo a  Josefina Vázquez Mota y Ricardo Anaya, sin duda la prueba viviente del PAN que ha perdido los ideales que lo hicieron posible.

Por Carlos Román

Por Editor

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