El escenario global experimenta un rediseño de la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China. Si bien es un desafío, también representa una oportunidad para que los empresarios visionarios de México actúen con rapidez y audacia.
Oportunidad para México
La pérdida de predominio económico de Estados Unidos y su creciente confrontación con China, han generado un vacío en las cadenas de valor internacionales, lo cual brinda a México una oportunidad para asumir un papel protagónico en el restablecimiento del sistema multilateral.
La realidad geopolítica y los crecientes costos de operar en China han modificado esta ecuación. El T-MEC, tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, proporciona una herramienta esencial para reposicionar a México en esta carrera global.
Papel de los empresarios mexicanos
Debemos entender que la dinámica de las cadenas productivas globales no solo está en manos de las grandes corporaciones, ya que el modelo asiático de las últimas décadas nos mostró que las pequeñas y medianas empresas son fundamentales para crear el ecosistema propicio para el desarrollo. Es crucial que el sector privado mexicano – en particular las empresas medianas – actúen ahora y aprovechen esta oportunidad. Al incrementar su competitividad a niveles internacionales, los empresarios mexicanos de tamaño medio pueden ser el motor que impulse al país hacia un nuevo horizonte económico.
Para entrar en estas cadenas productivas, las empresas requieren tecnología, talento e infraestructura, para lo cual, el acceso a financiamiento a corto plazo ágil y con tasas de interés asequibles es indispensable. Y más que capital puro, requieren tecnología e inteligencia para la toma estratégica de decisiones.
Apoyo de Xepelin a empresarios
En este contexto de adaptación y crecimiento, el papel de las soluciones financieras tecnológicas como el factoraje inteligente de Xepelin adquiere gran relevancia. Xepelin, aprovechando datos reales del SAT y potenciado por avanzados modelos de inteligencia artificial, ofrece un factoraje ágil y en tiempo real que responde a las necesidades puntuales de las empresas ofreciendo liquidez inmediata. Esto es esencial para los empresarios medianos y aquellos pequeños que aspiran a crecer y consolidarse en el mercado.
En México, el factoraje (producto para adelantar el cobro de facturas sin recurrir a endeudamiento bancario), ha ofrecido diversas ventajas por mucho tiempo al ser una de las fuentes de financiamiento más utilizadas. No obstante, es el factoraje tecnológico, ejemplificado por Xepelin, el que ha marcado una revolución en las prácticas financieras al erradicar procesos obsoletos mediante la integración de tecnologías digitales.
A diferencia de su contraparte tradicional, que se ha visto limitada por sus procesos manuales y tiempos prolongados, el enfoque tecnológico de Xepelin no solo responde eficazmente a los problemas de flujo de efectivo, sino que también abre nuevas oportunidades a través de una optimización sostenida en datos e IA.
Con estas herramientas financieras, más personas pueden acceder a capital y la economía de México se vuelve más fuerte y diversa. Además, se evita que los grandes conglomerados y los actores internacionales tengan demasiada influencia.
Regionalización de cadenas productivas
Si México aspira a liderar en el ámbito del nearshoring y las cadenas productivas, es esencial que su tejido empresarial, en especial el segmento mediano, cuente con soluciones financieras tan avanzadas y adaptadas como el factoraje tecnológico de Xepelin. Es evidente que Asia ha mostrado un modelo de desarrollo que ha favorecido la innovación y la creación de prosperidad de industrias basadas en el conocimiento. Para que México y América Latina avancen, es imperativo considerar la adaptación de políticas similares, sin dejar de lado sus particularidades y fortalezas regionales.
La regionalización de cadenas productivas, la automatización y la importancia de una mano de obra especializada son tendencias que dominan el nuevo escenario global. América Latina y, en particular, México, tienen ante sí el desafío de adaptarse rápidamente a esta realidad. Si bien la integración de México en las cadenas productivas norteamericanas es un activo valioso, es fundamental invertir en fortalecer la innovación y las capacidades productivas locales.
Conclusión
Mientras el enfrentamiento entre China y Estados Unidos redefine el comercio global, México tiene una ventana de oportunidad sin precedentes para reposicionarse y asumir el riesgo. Para aprovecharla, los empresarios y el gobierno mexicano deben actuar con determinación, visión y rapidez. El futuro espera, y Xepelin está comprometido con impulsar a las empresas mexicanas para jugar el papel destacado que merecen en esta coyuntura.