El efecto en el comercio del Año Nuevo Chino en febrero representó menos movimiento del esperado, sin embargo, para marzo se prevé una recuperación moderada en la medida que los obreros empiezan a regresar al trabajo e inicia la reapertura de las fábricas en China, lo que ayudará a regresar a buenos niveles de volúmenes de carga.
Esto se reflejó principalmente en el desempeño, el cual fue muy bueno en general y superó el pronóstico, en el segmento de electrónicos y bienes de consumo de movimiento rápido el crecimiento promedio de la semana 4 a la semana 11 fue de 93 por ciento comparado con el mismo período del año anterior y solo mostrando un decrecimiento de 69 por ciento en la semana 7 que fue la del Año Nuevo Chino. Después de que en 2020 hubo una recuperación paulatina en donde se redujeron las contracciones de cada trimestre mientras avanzó el año, es decir de una contracción de 23% en el segundo trimestre que mostró el impacto más crudo de la pandemia, en el tercer trimestre la contracción paso al 12% y en el cuarto fue de tan solo 1%.
De esta manera, durante el Q4 de 2020 los sectores que mostraron mayor fortaleza en importaciones fueron retail o ventas al detalle, electrónicos de consumo y electrodomésticos, mientras que el sector automotriz continuó sin repuntar o al menos llegar a sus niveles regulares. En el caso de exportación, el segmento petroquímico y el agroindustrial -incluyendo a las cerveceras que pudieron regresar a sus operaciones – continuaron mostrando fuerza.
Se espera que esta tendencia se mantenga no solo durante el primer trimestre de 2021, sino toda la primera mitad del año. Podremos seguir observando este buen impulso que viene de meses anteriores y existe un factor importante al que habrá que darle seguimiento: la velocidad a la que se está vacunando a la gente, ya que eso propiciará la reactivación de los mercados y un impulso en la demanda de transporte de mercancías.
Es así como continuaremos viendo el impacto del ajuste que están haciendo las empresas en reabastecer inventarios en la medida que se ha reactivado el consumo, por lo que seguiremos viendo ese fenómeno que ha generado que la demanda por transporte marítimo aumente. No obstante, otro de los retos al día de hoy, no solo es conseguir espacio en el barco para transportar, sino también que haya disponibilidad de contenedores para consolidar la carga, lo cual hasta el año nuevo chino fue uno de los grandes problemas ya que por ejemplo, los puertos de California presentaron altos volúmenes de carga llegando por mar y poco desplazamiento por tierra debido al COVID- 19, lo que propició que hasta entre 30 y 40 barcos con mercancía estuvieran en espera para atracar más tiempo.
Como conclusión, tenemos que exhortar a las empresas a priorizar el fortalecimiento de sus cadenas de suministro, que diseñen y busquen diferentes opciones, asegurándose que su cadena de suministro sea flexible, resiliente y con opciones para que la carga pueda seguir moviéndose, que no se quede atorada en algún cuello de botella.
“La expectativa continúa siendo de muchísima demanda de espacio saliendo de Asia, por lo que mi mejor recomendación es que planeen sus embarques lo más anticipadamente posible y reserven con tiempo. Es un tema de cómo asegurar suficiente espacio para que su negocio siga funcionando de manera óptima y que se mantengan flexibles a los cambios que haya que implementar debido a la cambiante situación que la pandemia ha traído consigo y que continuará por un tiempo”, concluyó Jorge Monzalvo, Director de Experiencia del Cliente para Maersk Middle America.