Amantes de la velocidad y la innovación, prepárense porque Lexus ha vuelto a sacudir el mundo automotriz con una propuesta que nos tiene a todos con los ojos bien abiertos: el LFA Concept. Este no es cualquier vehículo eléctrico; es la promesa de que la adrenalina al volante y el rugido de un superdeportivo pueden convivir perfectamente con el futuro de la electrificación. Imaginemos por un momento la herencia del icónico LFA original, esa joya de ingeniería y diseño que dejó huella. Pues ahora, Lexus no solo le rinde tributo, sino que lo catapulta a una nueva era, demostrando que la emoción pura no está reñida con los BEV (Vehículos Eléctricos de Batería).
Detrás de esta audaz reinvención está la visión de Akio Toyoda, conocido también como “Morizo”, presidente de Toyota Motor Corporation. Él está convencido de que la maestría artesanal y todo ese conocimiento histórico que define el automovilismo deben preservarse y evolucionar para las nuevas generaciones. Bajo esa premisa, el LFA Concept nace compartiendo filosofía y técnicas con los programas de competición GR GT y GR GT3 de TOYOTA Gazoo Racing. Piensen en un auto con un centro de gravedad bajísimo, una rigidez estructural impresionante y una aerodinámica que te dejará boquiabierto, todo esto gracias a un chasis de aluminio ligero pero robusto. Es la materialización de lo que Toyota denomina “Shikinen Sengu”: la transferencia ritual de habilidades y sabiduría de los maestros a quienes heredarán el futuro del volante.
Pero el LFA Concept va más allá de solo números y especificaciones. Hablamos de una experiencia. Lexus lo describe con un concepto súper interesante: “Discover Immersion”. Esto significa que el diseño busca que el conductor se funda con el vehículo, que cada movimiento sea una extensión natural de sus intenciones. Desde una posición de manejo inspirada en los autos de carreras hasta una cabina minimalista con controles esenciales y un volante diseñado para la máxima concentración, todo está pensado para que te sientas parte del auto. La flexibilidad que ofrece la electrificación ha permitido crear una carrocería con proporciones clásicas y una estética escultural que evoca el espíritu sensual del LFA original, prometiendo una belleza atemporal que trasciende generaciones y culturas. Aunque los datos exactos de potencia aún son un misterio, el objetivo es claro: superar las expectativas tradicionales de un deportivo.
En un mercado donde muchos vehículos eléctricos priorizan la eficiencia sobre la chispa, el LFA Concept llega para recordarnos que la pasión y la esencia mecánica de un superdeportivo pueden vivir en la era BEV. Es un guiño al pasado glorioso, pero con la mirada firmemente puesta en lo que viene. Si este concepto llega a producción manteniendo ese espíritu prometedor, podría convertirse en el nuevo referente emocional para una generación de deportivos eléctricos que no solo son rápidos, sino que te hacen sentir cada kilómetro como una aventura. Lexus nos demuestra que el futuro de la velocidad puede ser tan emocionante y artesanal como su historia.

