Imagina disfrutar de tu bebida favorita sin esa sensación de ardor que te hace fruncir el cejo. Eso es precisamente lo que promete Voodoo Scientific, una empresa que podría haber encontrado la fórmula científica para crear licores suaves sin sacrificar su carácter. La búsqueda de la suavidad en las bebidas alcohólicas ha sido una obsesión para la industria durante décadas, pero hasta ahora nadie había abordado el problema desde sus raíces científicas. Joana Montenegro y Martin Enríquez, los fundadores de esta innovadora compañía, decidieron enfrentar el desafío preguntándose algo fundamental: ¿por qué arde realmente el alcohol? Su investigación los llevó por un camino fascinante que podría revolucionar cómo disfrutamos nuestras bebidas espirituosas.
La respuesta no estaba donde todos pensaban. Contrario a la creencia popular, el etanol no es el principal responsable de esa sensación abrasiva. Durante la pandemia, Montenegro y Enríquez descubrieron que el verdadero culpable es el receptor TRPA1, que se activa por nueve compuestos específicos provenientes de la fermentación. Estos compuestos son subproductos naturales que aparecen cuando la levadura envejece y sus células se oxidan. La solución llegó mediante enzimas de la familia de las deshidrogenasas, que convierten estos compuestos irritantes en ácidos orgánicos neutros durante la fermentación. Lo más interesante es que estas enzimas no sobreviven al proceso de destilación, por lo que no alteran la composición final del licor. Su producto, llamado Viriato en honor a un guerrero portugués, ya está siendo probado por destilerías alrededor del mundo.
Las implicaciones de este descubrimiento van más allá de simplemente hacer las bebidas más agradables. Por un lado, permite a los destiladores explorar nuevos sabores y matices sin necesidad de añadir azúcares o aditivos para enmascarar el ardor. Pete Barger de Southern Distilling señala que esto abre puertas a una creatividad antes imposible. Sin embargo, algunos expertos médicos expresan preocupación sobre la eliminación de esta barrera natural que nos ayuda a regular el consumo. A pesar de estas consideraciones, las pruebas independientes del Beverage Testing Institute confirmaron que las muestras tratadas no solo son menos ásperas, sino que permiten apreciar mejor los sabores auténticos de cada licor.
El futuro de las bebidas alcohólicas podría estar a punto de cambiar radicalmente. Si Viriato se adopta ampliamente, podríamos ver una nueva generación de licores más limpios, transparentes en su composición y con perfiles de sabor más definidos. Esta innovación representa un ejemplo fascinante de cómo la ciencia puede mejorar experiencias cotidianas que damos por sentadas, demostrando que incluso tradiciones centenarias pueden beneficiarse del pensamiento científico moderno. La próxima vez que disfrutes de tu bebida favorita, quizá la experiencia sea tan suave como la ciencia lo permite.

