El cineasta mexicano Guillermo del Toro está a punto de estrenar su tan esperada versión de ‘Frankenstein’, una producción que llegará primero a cines selectos y posteriormente a Netflix. Esta película no solo es una de las más anticipadas del año, con rumores de posibles nominaciones al Oscar, sino que representa un proyecto personal que el director desarrolló durante casi una década. Lo que comenzó como un sueño casi imposible se convirtió en realidad gracias a Netflix, transformándose en una superproducción que promete explorar las profundidades de la condición humana a través de la lente gótica que caracteriza al cine de Del Toro.

Uno de los aspectos más interesantes de esta producción fueron los cambios de casting que beneficiaron significativamente al proyecto. Originalmente, Andrew Garfield había sido elegido para interpretar a la criatura, pero debido a la huelga de actores y guionistas, tuvo que abandonar la producción para priorizar otra película. Fue entonces cuando Del Toro seleccionó a Jacob Elordi y reescribió completamente el papel basándose en su personalidad y apariencia. El director explicó que eligió a Elordi por su mirada triste y melancólica, perfecta para un monstruo en busca de su creador. Por otro lado, Mia Goth fue elegida casi por accidente cuando Del Toro, mientras veía la saga ‘X’ de Ti West, quedó impresionado por su capacidad para interpretar personajes torturados y siniestros.

La aproximación de Del Toro al monstruo de Frankenstein es radicalmente diferente a otras adaptaciones. En esta versión, la criatura no es concebida como un monstruo, sino como una obra de arte. Víctor Frankenstein, interpretado por Oscar Isaac, no es solo un médico y anatomista, sino también un artista que domina el uso de ceras anatómicas, material tradicionalmente utilizado para esculpir modelos del cuerpo humano. La película muestra con detalle meticuloso el proceso de creación, incluyendo cómo Víctor selecciona y combina partes humanas, resultando en una criatura con facciones hermosas pero mustias y laceradas. Un detalle fascinante es que la criatura cojea, sugiriendo que Víctor no pudo encontrar dos piernas del mismo tamaño.

La película también incluye una innovadora libertad artística: Mia Goth interpreta no solo a Elizabeth, la prometida de Víctor, sino también a la madre del científico. Esta duplicidad de roles explora el trauma del personaje principal con respecto a la vida y la muerte, añadiendo una capa emocional profundamente conmovedora a la narrativa. La escena donde la criatura cobra vida, fiel a la novela original pero enriquecida con detalles científicos y artísticos de la época victoriana, muestra a la criatura usando una máscara de metal, un diseño que Del Toro tardó años en perfeccionar. Esta adaptación promete ser una experiencia cinematográfica única que fusiona lo gótico, lo científico y lo artístico en una reflexión poética sobre la creación y la responsabilidad.

Por Editor