La reelección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos representa un desafío significativo para México, dadas las tensiones que caracterizaron su mandato anterior. Ya conocemos el estilo de Trump: durante su primer periodo, demostró su capacidad para ejercer presión económica y política sobre México, aun cuando mantenía una relación cordial con el expresidente López Obrador. Con su regreso, estos riesgos podrían intensificarse, y la relación bilateral podría verse aún más comprometida.

La economía mexicana, vulnerable por su dependencia de Estados Unidos como principal socio comercial, enfrenta una amenaza inminente. Trump ha prometido tomar medidas severas para frenar la migración y, para lograrlo, podría imponer aranceles adicionales o presionar por cambios en el T-MEC. Esto afectaría directamente a sectores clave como el automotriz y el manufacturero, que dependen de la estabilidad en las exportaciones hacia el norte. Además, la inversión extranjera y el proyecto estratégico del nearshoring, que busca atraer empresas a México como un centro de manufactura alternativo, perderían viabilidad en un contexto de tensión y restricciones comerciales.

El tema del narcotráfico será una fuente de fricción particularmente sensible. Trump y su Vicepresidente JP Vince, han manifestado su deseo de designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo cual permitiría una intervención militar en territorio mexicano sin el consentimiento del gobierno. Aunque esta propuesta no se concretó en su primer mandato, podría resurgir con más fuerza. Un enfoque unilateral en la lucha contra el narcotráfico no solo pondría en riesgo la soberanía mexicana, sino que también generaría una crisis diplomática y un riesgo real de intervención militar.

Estados Unidos enfrenta una crisis interna de sobredosis sin precedentes. En 2023, el país registró más de 112,000 muertes relacionadas con el consumo de drogas, causadas principalmente por el fentanilo. Esta cifra, mayor a la de muchas guerras en las que Estados Unidos ha participado, refleja el elevado costo humano de la crisis de opioides, un precio que los estadounidenses ya no están dispuestos a pagar. El aumento en la presión para combatir a los cárteles mexicanos obedece, en parte, a la demanda de soluciones inmediatas frente a esta devastadora epidemia.

En cuanto a la migración, Trump ha prometido implementar una política de deportación masiva que afectaría directamente a las comunidades latinas en Estados Unidos, donde residen millones de personas de origen mexicano. Esta política hostil podría separar familias y reducir el flujo de remesas hacia México, un recurso vital para la economía nacional y para miles de hogares. Además, el discurso antiinmigrante más agresivo de Trump podría alimentar la xenofobia y aumentar la vulnerabilidad de los mexicanos en territorio estadounidense.

La diplomacia en un segundo mandato de Trump sería unilateral y condicionada. Para él, México debería alinearse con las políticas de Estados Unidos sin cuestionamientos, lo que limitaría su capacidad para actuar con autonomía en el escenario global. En un contexto de rivalidad entre potencias como China y Estados Unidos, la posición estratégica de México como vecino y socio comercial podría verse comprometida, y el país enfrentaría presiones para limitar sus lazos internacionales y centrarse en satisfacer los intereses norteamericanos.

El regreso de Trump a la presidencia es una señal de alerta para México. Su enfoque beligerante y unilateral desafía la relación diplomática entre ambos países y representa una amenaza concreta para nuestra economía, seguridad, soberanía y el bienestar de millones de mexicanos.

Las comparaciones son odiosas pero, hay similitudes entre el segundo piso de la 4T y el segundo piso del “America First”. Ambas representan proyectos que  dependen de un andamiaje propagandístico y muchas veces polarizador que promete mucho pero expone a sus naciones y a sus ciudadanos a riesgos crecientes de inestabilidad. Acá no hay quien los pare, allá, no será tan fácil.

Por Editor

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