Viajar a Estados Unidos solía ser una experiencia relativamente sencilla para los ciudadanos de los 42 países acogidos al Programa de Exención de Visa. Sin embargo, los nuevos cambios anunciados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) podrían complicar estas travesías. Según una propuesta publicada recientemente en el Federal Register, se exigirá a los turistas que proporcionen un detallado historial de sus redes sociales de los últimos cinco años como parte del trámite para obtener la autorización de entrada.
La medida también afecta a los números de teléfono usados en el último lustro y direcciones de correo de la última década, además de los datos de familiares cercanos. Si bien, desde 2016, ya existía una pregunta opcional sobre los perfiles en línea en los formularios del Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA), la actual modificación convierte esta sección en un requisito obligatorio. Esta iniciativa se da en el contexto de una orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump, y tiene el objetivo de reforzar la seguridad migratoria de Estados Unidos.
A pesar de las justificadas preocupaciones de privacidad, la propuesta es parte de una serie de acciones que responden a recientes tensiones en la frontera estadounidense. Se han dado casos donde viajeros europeos fueron rechazados por comentarios online percibidos como críticos con la administración estadounidense. Esto levanta interrogantes sobre un posible sesgo político en las prácticas de admisión, aunque el Departamento de Seguridad Nacional ha negado tales acusaciones. En paralelo, la Casa Blanca ha lanzado la llamada ‘tarjeta dorada’, una opción acelerada para obtener residencia a cambio de una significativa inversión económica.
Con el Mundial de la FIFA 2026 a la vuelta de la esquina, esta medida genera un contexto incierto para quienes planean visitar Estados Unidos. A medida que se aproxima esta gran cita deportiva, es indispensable reflexionar sobre el equilibrio entre la seguridad nacional y el respeto por la privacidad individual. Como contrapartida, la Unión Europea ofrece un acceso más relajado a los ciudadanos estadounidenses, aunque se espera que también streche sus regulaciones con la implementación del ETIAS en 2026. Es un escenario cambiante en el que los criterios de entrada y las tecnologías de vigilancia están en el centro del debate internacional.

