Si eres de los que usa WhatsApp en tu computadora con Windows, probablemente hayas notado algunos cambios recientes que no son precisamente para mejor. La última actualización de la aplicación ha generado bastante revuelo entre los usuarios, y no es para menos: lo que parecía ser un avance hacia una aplicación más moderna y eficiente se ha convertido en todo lo contrario. Meta, la compañía detrás de WhatsApp, ha decidido abandonar el desarrollo nativo para Windows después de tres años de trabajo, optando por una solución mucho más básica que está afectando negativamente el rendimiento de nuestros equipos.
La nueva versión 2.2584.3.0 de WhatsApp para Windows marca un cambio radical en la estrategia de desarrollo. En lugar de continuar con la aplicación nativa que aprovechaba las bibliotecas gráficas de Windows, Meta ha optado por regresar a lo fundamental: simplemente cargar WhatsApp Web dentro de un contenedor WebView2. Esto significa que, básicamente, estamos abriendo otro navegador Chrome o Edge solo para usar WhatsApp. Los resultados son bastante preocupantes: el consumo de memoria RAM se ha multiplicado de manera escandalosa, el rendimiento general ha empeorado notablemente y la experiencia del usuario se ha vuelto más lenta y torpe. Navegar entre conversaciones ahora toma más tiempo, las animaciones se ven menos fluidas y hasta el sistema de notificaciones está fallando con retrasos y desincronizaciones.
¿Por qué Meta tomaría una decisión así? Todo apunta a razones económicas. Según varios reportes, los recientes despidos dentro de la compañía habrían eliminado al equipo responsable del desarrollo nativo de WhatsApp para Windows. Mantener una única base de código, la de la versión web, resulta mucho más barato que desarrollar y mantener una aplicación nativa separada. Lo irónico es que, mientras abandonan la app nativa para Windows, que tiene más de mil mil millones de dispositivos activos, Meta acaba de lanzar una versión nativa completa para Apple Watch, un sistema operativo con muchos menos usuarios. Para quienes aún no han actualizado, la Microsoft Store podría permitir mantener la versión anterior por unos días, pero eventualmente todos los usuarios serán forzados a migrar a esta nueva versión menos eficiente.
Esta situación nos hace reflexionar sobre la dirección que están tomando algunas empresas tecnológicas cuando se trata de optimizar recursos versus calidad de experiencia. Si bien es comprensible que las compañías busquen reducir costos, sacrificar el rendimiento y la eficiencia de una aplicación tan utilizada como WhatsApp parece ser un paso en la dirección equivocada. Como usuarios, nos queda esperar que Meta reconsidere esta decisión o que al menos optimice la nueva versión para que no consuma tantos recursos de nuestros equipos. Mientras tanto, aquellos que dependemos de WhatsApp en Windows tendremos que acostumbrarnos a una experiencia más lenta y con mayor consumo de memoria, o explorar alternativas disponibles en el mercado.

