Cuando el CEO de Formula E, Jeff Dodds, describe el nuevo Gen4 como ‘mucho más amenazador’, no está exagerando. Hoy hemos podido ver por primera vez el próximo coche de carreras eléctricas que revolucionará el campeonato a partir de 2026, y la verdad es que impone respeto. A simple vista podría parecer una evolución de sus predecesores, pero las apariencias engañan: estamos ante la máquina más potente, rápida y tecnológicamente avanzada que haya competido nunca en este deporte. Para aquellos que dudaban del futuro de las carreras eléctricas hace una década, este Gen4 viene a demostrar que la movilidad sostenible puede ser tan emocionante como cualquier otra forma de motorsport.

Las cifras del Gen4 son simplemente abrumadoras. En modo carrera generará 603 caballos de fuerza, un increíble 50% más que el actual Gen3 Evo, pero cuando active el modo ataque esa cifra se dispara hasta los 804 hp (600 kW). Para ponerlo en perspectiva, los coches de Fórmula 1 del próximo año solo superarán esta potencia cuando sus baterías estén completamente cargadas; si se agotan, se quedan con solo 536 hp. La aceleración será extremadamente violenta gracias a la tracción total permanente, algo nunca visto en monoplazas de competición FIA en las últimas décadas. La velocidad máxima rozará los 210 mph (337 km/h), casi el doble que el coche original de 2014, lo que explica por fin la necesidad de añadir carga aerodinámica significativa en alas y carrocería.

Pero el Gen4 no es solo potencia bruta. Bridgestone regresa a las carreras de monoplazas como nuevo proveedor de neumáticos, y en un movimiento que refleja los valores centrales de Formula E, el coche es completamente reciclable. Esta combinación de rendimiento extremo y sostenibilidad representa un hito importante para el deporte. El Gen3 Evo seguirá compitiendo en la temporada 12 que comienza en Brasil el 6 de diciembre y termina en Londres a mediados de agosto, pero cuando la temporada 13 arranque a finales de 2026, veremos un tipo de competición radicalmente diferente.

Es difícil creer que estamos hablando del mismo deporte que muchos criticaban por ser ‘demasiado lento’ en sus inicios. Quienes asistieron a esa primera carrera en Beijing en 2014 difícilmente habrían apostado por la supervivencia de Formula E más de una década después. Pero como bien señala Dodds, ‘se siente como un momento real para nosotros’. Este Gen4 no es solo otro coche de carreras; es la materialización de una visión que combina innovación tecnológica, sostenibilidad ambiental y emoción deportiva en un paquete que, efectivamente, resulta mucho más amenazador.

Por Editor