¡Hola, amantes de la tecnología! Hoy vamos a enfrentarnos a dos pesos pesados del mundo de los smartphones ultradelgados: el iPhone Air y el Galaxy S25 Edge. Ambos dispositivos presumen de ser finitos como una pluma, pero ¿cuál se lleva la corona? Acompáñenme a descubrirlo.
Empecemos por el diseño. Aquí, el iPhone Air se roba el show con sus escasos 5.6 mm de grosor, superando al Galaxy S25 Edge por 0.2 mm. Ambos lucen marcos de titanio, sinónimo de resistencia, y parte trasera de cristal (Ceramic Shield 2 en el iPhone y Gorilla Glass Victus 2 en el Samsung). Aunque el Galaxy S25 Edge es ligeramente más ligero (163 g vs 165 g del iPhone Air), la estética del iPhone Air me ha conquistado: su acabado brillante en los marcos de titanio combinado con la parte trasera mate le dan un toque de elegancia innegable. Además, la integración del módulo de cámara, que va de borde a borde, le da un aspecto más simétrico y atractivo. En cuanto a colores, Apple ofrece una paleta más amplia, con opciones como azul cielo y oro claro, mientras que Samsung se queda con opciones más clásicas.
Pero la delgadez no lo es todo. En cuanto a rendimiento, ambos monstruos de la tecnología están a la par. El Galaxy S25 Edge presume del Snapdragon 8 Elite, diseñado especialmente para Samsung, mientras que el iPhone Air se apoya en el potente chip A19 Pro (el mismo del iPhone 17 Pro). Ambos ofrecen un rendimiento brutal, con una gráfica excelente y una capacidad para realizar tareas de Inteligencia Artificial. En cuanto a almacenamiento, ambos parten con 256 GB. Sin embargo, donde ambos modelos flaquean es en la batería. El diseño delgado ha obligado a sacrificar la capacidad: el Galaxy S25 Edge ofrece 3900 mAh con una autonomía de 24 horas de reproducción de video, mientras que Apple, sin dar cifras precisas, promete 27 horas, con la opción de adquirir una batería externa para extender su uso hasta 40 horas. En la pantalla, tenemos un panel Retina XDR de 6.5 pulgadas en el iPhone Air y una pantalla Dynamic AMOLED 2X de 6.7 pulgadas en el Galaxy S25 Edge. Ambas ofrecen una tasa de refresco de 120 Hz, aunque la resolución del Galaxy S25 Edge es superior. En cuanto a cámaras, el iPhone Air apuesta por un sensor principal de 48 megapíxeles, mientras que el Galaxy S25 Edge ofrece un sensor de 200 megapíxeles con una cámara ultra gran angular. Aunque el iPhone Air incluye funciones como el modo de vídeo dual, el Galaxy S25 Edge ofrece una versatilidad fotográfica más completa.
En conclusión, elegir entre el iPhone Air y el Galaxy S25 Edge es una decisión difícil. Ambos ofrecen un rendimiento excelente y un diseño sofisticado. El iPhone Air se lleva la corona en delgadez y estética, pero el Galaxy S25 Edge se defiende con un apartado fotográfico más completo. Al final, la mejor opción dependerá de tus prioridades y presupuesto, ya que ambos se ubican en la gama alta de precios, rondando los 1000 euros. ¡Feliz elección!

