A todos nos encantan los clásicos de Nintendo: Mario, Zelda, Pokémon… ¡iconos inamovibles! Pero la Gran N también tiene un lado juguetón, un lado que no le teme a experimentar, a probar cosas nuevas, aunque a veces parezcan locuras sacadas de un cajón de descartes. Y de esas locuras nacieron juegos que, aunque no fueron éxitos masivos, nos dejaron huella y nos enseñaron mucho sobre la filosofía de la compañía.
Uno de esos experimentos fue Mario Paint (1992). ¿Un juego? ¡Más bien una herramienta creativa! Con el ratón de Super Nintendo, podías dibujar, pintar y hasta componer música. Para muchos, fue la primera vez que un videojuego se sentía más como una forma de expresión artística. ¡Y hasta hoy sigue vigente, gracias a los miles de memes y videos que usan su editor musical!
Después, tenemos joyas como Yoshi’s Universal Gravitation (2004), un juego de plataformas que usaba el giroscopio de la Game Boy Advance para inclinar el escenario según cómo movieras la consola. La idea era genial, aunque la ejecución tuvo sus fallas. Pero, ¿adivinen qué? ¡Sentó las bases para el control por movimiento que hoy vemos en juegos como Super Mario Galaxy y otros tantos!
Otro ejemplo es Pokémon Snap (1999), donde, en vez de luchar contra Pokemones, les tomabas fotos. Parecía una idea extraña, ¿verdad? Pero funcionó de maravilla: la búsqueda de la foto perfecta de un Pikachu surfista o un Charmander bailando era adictiva. Y su éxito inspiró la reciente secuela, New Pokémon Snap. Estos juegos no son solo ejemplos de experimentación, también son muestra de cómo Nintendo busca nuevas formas de interactuar con sus personajes y mundos.
En resumen, estos juegos, a primera vista, podrían parecer simples fallas o ideas extrañas. Pero al observarlos con más detenimiento, descubrimos que representan una parte fundamental de Nintendo: su valentía para experimentar y su capacidad de ver más allá del éxito comercial. Esos experimentos, algunos fallidos, otros exitosos, dieron paso a innovaciones que hoy disfrutamos. No solo se trata de crear juegos, sino de crear experiencias, de abrir caminos, y eso es lo que hace a Nintendo una compañía tan especial. La lección es clara: el riesgo, la curiosidad y la experimentación son los ingredientes secretos del éxito, incluso cuando no se ven reflejados en las ventas.