En un movimiento que refleja las crecientes tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, las autoridades chinas han sugerido a las empresas locales que eviten el uso de procesadores H20 de Nvidia, citando preocupaciones de seguridad. Este consejo llega poco después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, extendiera un plazo de 90 días para la implementación de nuevos aranceles a productos chinos.

Según informes, tanto compañías estatales como privadas han recibido notificaciones desaconsejando el uso de estos chips, especialmente en áreas sensibles como la seguridad nacional y el gobierno. Además, la recomendación se extiende a los aceleradores de inteligencia artificial de AMD, otra firma estadounidense. Este escenario no solo pone en evidencia las preocupaciones de China sobre la seguridad de la tecnología extranjera, sino que también destaca los desafíos que enfrentan las empresas tecnológicas globales en medio de una guerra comercial que parece no tener fin.

Las recientes publicaciones de medios estatales chinos han cuestionado la fiabilidad de los microprocesadores de Nvidia, sugiriendo que podrían contener ‘puertas traseras’ que comprometerían la seguridad nacional. Estas afirmaciones han llevado a un llamado para que Nvidia explique los supuestos riesgos asociados con sus chips H20 vendidos en China.

Por su parte, Nvidia ha negado estas acusaciones, afirmando que sus productos no incluyen funciones que permitan el acceso remoto no autorizado. La situación actual entre China y Estados Unidos sobre el control de la tecnología y la seguridad nacional es compleja. Ambos países dependen mutuamente en el sector tecnológico, pero las restricciones y advertencias de seguridad parecen estar aquí para quedarse, al menos en el corto plazo.

China ha estado trabajando en reducir su dependencia de la tecnología occidental, especialmente en sectores estratégicos, aunque expertos señalan que las empresas chinas podrían no estar listas para satisfacer completamente las demandas del mercado, particularmente en el campo de la inteligencia artificial. Este episodio es solo un capítulo más en la larga historia de tensiones comerciales y tecnológicas entre las dos mayores economías del mundo, y es probable que veamos más desarrollos en este frente en el futuro cercano.

Por Editor