En sus memorias, Bill Gates nos revela una infancia sorprendente. Olvida la imagen del gurú tecnológico impasible; el libro ‘Código Fuente: Mis inicios’ nos presenta a un niño peculiar, con una personalidad que desafiaba las convenciones y que, según su propia madre, llegó a ser “traumático” para sus padres. El joven Gates se negaba a hacer los deberes, respondía con sarcasmo y su famosa frase: “¡Eso es lo más estúpido que he oído nunca!” se convertía en un mantra en la escuela Lakeside de Seattle. Sin embargo, tras ese comportamiento aparentemente rebelde se escondía una mente brillante, apasionada por las matemáticas y la programación, que lo llevaría a revolucionar el mundo con Microsoft.
La historia de la creación de Microsoft, ya ampliamente conocida, adquiere nuevas dimensiones en la perspectiva de Gates. Su descripción del acuerdo con su socio, Paul Allen, y la posterior adquisición del 60% de la compañía, nos muestra un lado más humano, incluso arrepentido, del magnate. El relato nos lleva a través de sus primeros pasos en el mundo de la programación, su tiempo en Harvard, sus primeros éxitos y fracasos, y la creación de un imperio que lo convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo. El libro también toca otros aspectos personales: su experiencia con un terapeuta, sus reflexiones sobre el privilegio de su infancia y cómo ese mismo privilegio moldeó su trayectoria, la influencia de sus padres, la muerte prematura de su amigo Kent Evans y la relación compleja con Paul Allen, que no está exenta de controversias. Pero más allá del éxito, las memorias dejan al descubierto la vulnerabilidad de un genio que reconoce sus errores y se enfrenta a su propio pasado.
La obra nos invita a la reflexión sobre la compleja relación entre la infancia, la educación, y el éxito. ¿Cómo influyen las experiencias de la niñez en la personalidad y las decisiones de un adulto? ¿Es posible identificar los rasgos que definen a un genio? Las memorias de Gates ofrecen una perspectiva fascinante sobre estas preguntas, invitándonos a cuestionar los estereotipos que habitualmente se asocian a figuras tan relevantes. Más que una simple autobiografía, es una historia humana que nos recuerda que incluso los más grandes genios tuvieron una infancia, con sus aciertos y sus errores, y que el camino al éxito no siempre es lineal ni fácil. Bill Gates, más allá del empresario exitoso, se muestra en estas páginas como un ser humano complejo y fascinante, cuya historia merece la pena leerse.