En un giro inesperado que alegrará a muchos, Google ha decidido echar el freno a sus planes de eliminar por completo los enlaces de goo.gl. Inicialmente, la compañía había anunciado la muerte definitiva de su popular acortador de URLs para el 25 de agosto de 2025, dejando a millones de enlaces en la incertidumbre. Pero, ante la avalancha de comentarios y la realidad de que muchos de estos enlaces permanecen incrustados en documentos, videos y otros materiales que no se pueden modificar fácilmente, Google ha hecho un cambio de rumbo.
La gran noticia es que algunos enlaces goo.gl se salvarán de la extinción digital. Google ha confirmado que las URLs generadas por su acortador que siguen en uso activo, es decir, aquellas que se consultan regularmente, no serán eliminadas. Se entiende que esto abarca los enlaces presentes en PDFs, tutoriales en video, manuales de productos, etc. Sin embargo, el 99% de los enlaces goo.gl que no mostraban actividad a finales de 2024, seguirán el plan inicial y dejarán de funcionar. Google aclara que la única forma de saber si un enlace en particular se salvará o no es intentar acceder a él directamente en el navegador. Si el enlace funciona, ¡está a salvo (por ahora!) Si te aparece un mensaje de error, es que ese enlace goo.gl desaparecerá en agosto de 2025. Esta decisión, aunque parezca repentina, tiene su lógica: Google reconoce que eliminar millones de enlaces goo.gl de golpe causaría un caos en la web. Es una muestra de adaptación por parte de la gigante tecnológica, reconociendo la realidad de millones de documentos y materiales que aún dependen de estos enlaces.
La decisión de Google nos recuerda la evolución constante de internet y cómo las herramientas que alguna vez fueron indispensables pueden quedar obsoletas. goo.gl fue una herramienta pionera en su momento, esencial en una época donde los límites de caracteres en las redes sociales hacían que acortar URLs era una necesidad. Hoy, con plataformas más flexibles y una web más desarrollada, la necesidad de goo.gl ha disminuido. Sin embargo, la persistencia de millones de enlaces activos demuestra que algunas decisiones tecnológicas tienen una vida más larga de lo que se espera en un principio, y la adaptación es clave para encontrar soluciones prácticas y funcionales. La decisión de Google, aunque limitada, evita un gran problema y demuestra que incluso las grandes empresas se adaptan al feedback de sus usuarios y se corrigen cuando es necesario.