Este dos de junio tendremos el debate más importante de nuestra vida política. Los ciudadanos decidirán entre vivir en un régimen democrático, con todas sus limitaciones, o bien, en un régimen autoritario con visos de dictadura. Los sistemas democráticos y dictatoriales representan dos extremos en el espectro de la gobernanza de un país, cada uno con características particulares. La democracia es un sistema de gobierno en el cual el poder reside en el pueblo. Este puede ejercer su soberanía directamente o a través de representantes electos. Las democracias modernas se caracterizan por la existencia de elecciones libres y justas. Los ciudadanos eligen a sus representantes mediante elecciones periódicas, en las que los resultados se respetan.
En democracia, se promueve una alta participación de la ciudadanía en la vida política. Se garantiza la protección de los derechos y libertades individuales. Las leyes se aplican de manera igualitaria a todos los ciudadanos. El poder se divide en diferentes ramas (ejecutiva, legislativa y judicial) para evitar abusos.
Por otro lado, la dictadura es un sistema de gobierno en el cual el poder está concentrado en manos de una sola persona o un grupo reducido. Las características distintivas de una dictadura son: Todo el poder se concentra en un líder o un pequeño grupo. Las elecciones, si existen, son manipuladas para asegurar la continuidad del régimen. Se limita la libertad de expresión, asociación y otros derechos fundamentales. La ley se aplica de manera arbitraria, según los intereses del dictador. El régimen se mantiene a través del uso de la fuerza y la propaganda estatal.
Las diferencias entre un sistema y otro las podemos reducir a lo siguiente: En una democracia, la legitimidad del poder proviene del consentimiento del gobernado, expresado a través de su voto en elecciones libres y con reglas claras. En una dictadura, la legitimidad se basa en la fuerza y el control, sin el consentimiento explícito de la población.
Las democracias protegen los derechos individuales y las libertades civiles mediante leyes y mecanismos institucionales. Las dictaduras suelen violar estos derechos para mantener el control, utilizando la censura, la represión y la vigilancia. Los sistemas de procuración e impartición de justicia se usan de manera facciosa para imponer voluntades, doblar al oponente o consumar venganzas personales.
En una democracia, los gobernantes están sujetos a la rendición de cuentas y la transparencia. Los medios de comunicación libres y las instituciones de supervisión son fundamentales. En una dictadura, la transparencia es casi inexistente, y los líderes no rinden cuentas a la población. La información está controlada y manipulada, además que la crítica no se tolera.
Las democracias suelen crear un entorno favorable para el desarrollo económico y la innovación, debido a la estabilidad y la protección de los derechos de propiedad. Las dictaduras pueden experimentar un cierto crecimiento económico, pero este suele ser efímero, basado en apoyos clientelares y electoreros para asegurar resultados favorables en las elecciones.
La democracia y la dictadura representan dos formas opuestas de organización política, con implicaciones profundas para la vida de los ciudadanos. Mientras que la democracia promueve la participación, la libertad y el desarrollo equilibrado, la dictadura muchas veces utiliza a la democracia para llegar al poder y desde ahí, mediante la corrupción de las palabras, se ponen trampas disfrazadas de grandes ilusiones, para destruirla desde adentro. En una dictadura no puede existir el respeto a la ley. El dictador se beneficia de la ignorancia y la pobreza de millones, para que mediante la artimaña, la sagacidad, la mentira y el engaño, se implementen los pasos que dar para destrozar la ley, vulnerarla en su propio provecho y derribar instituciones autónomas que exhiben corrupción y el abuso sin límite de la clase gobernante. México vive momentos cruciales porque debemos elegir entre democracia y dictadura. Cada uno de nosotros tiene con su voto, la fuerza para determinar que régimen elegiremos este 2 de junio. ¿Tu cual eliges?
Por Carlos Román