Mientras el presidente López Obrador y su partido tienen desde hace mucho una estrategia y un discurso muy claro para mantenerse en el poder en el 2024 y más allá, los partidos de la alianza opositora PRI, PAN y PRD, siguen aferrados a las viejas formas y actitudes militantes que aplicaron en el pasado y que ocasionó que los ciudadanos nos hartáramos de la política.
Hasta ahora MORENA se mantiene como el único partido con las mejores posibilidades de ganar en el 2023 y sobre todo en el 2024. Pero en un futuro próximo y ya con las definiciones que serán tomadas por parte del Presidente para designar a su sucesor, aparecerán los inconformes que abandonarán al “movimiento” para buscar otro movimiento: uno ciudadano.
En el universo de los partidos políticos de México, tal vez haya uno con un enfoque y estrategia diferente: Movimiento Ciudadano. Es el único que ha impulsado a nuevos cuadros y liderazgos regionales, algunos jóvenes con ideas y con un discurso más articulado y menos formalista que el usado por el resto de la oposición.
MC es diferente y eso ha hecho que muchas personas lo noten y hoy gobierne en dos de los más importantes estados del País: Jalisco y Nuevo León. Cuenta con cuadros preparados, con ideas y un claro entendimiento de la realidad. Han sabido exponer y defender sus propuestas con lucidez en la tribuna federal y en varios congresos locales. No han sido hasta hoy, sujetos de escándalos de corrupción.
Sin embargo Movimiento Ciudadano puede estar atravesando por el problema que ha afectado a todos los partidos en México: anteponer los intereses personales de los diversos liderazgos que hoy son visibles en este instituto político, al proyecto que representan. Dante Delgado, con su mañoso pasado priista, no goza de la mejor reputación y sabemos que no hay nada que ahuyente más a la ciudadanía, que percatarnos que lo que afirman y defienden, solo es una forma cuestionable para ofrecerse al mejor postor. De hecho su decisión de no participar en las próximas elecciones para el Estado de México y Coahuila, puede salirle contraproducente.
Muchos aspirantes se quejan de que no hay piso parejo en MORENA, muchos ni siquiera vemos algún piso; pero eso sí, solo se observa la omnipresente voluntad de quien decidirá su propia sucesión, la cual hoy se ratifica con el veto presidencial a la designación de los consejeros del INAI, que confirma lo que sabíamos desde un principio: solo hay tres corcholatas, las originales.
Solo recordarles a todos los que buscan la candidatura a la presidencia, que el gobierno tiene todos los elementos, la fuerza y la falta total de principios para ejercer coerción contra los candidatos opositores o contra los candidatos de su partido que quieran cambiar de bando en el momento que no les favorezca la designación. Mas que lista esta la podrida fiscalía para garantizar que ningún candidato se salga del redil.
Lo cierto es que los tiempos de especulación en la oposición para definir a un candidato serio a la presidencia, que por lo menos haga frente y sirva para generar contrapesos en las elecciones de 2024, no puede ser un tema para después. Perderán toda oportunidad de hacer algo si no dejan sus intereses personales y corruptelas como la venta de candidaturas y las transas en la contratación de propaganda. Si en verdad quieren hacer frente al actual régimen y poder ganar el congreso, mantener estados fundamentales como Jalisco y recuperar la Ciudad de México, deben ser serios, no es tiempo de cirqueras o cirqueros con pantalones bombachos.
Si la oposición con o sin MC no logra establecer por lo menos el dique que permita generar contrapesos para la próxima administración, veremos el fin del régimen democrático que no supimos defender y serán responsables la ambición, la corrupción y la indolencia de los políticos de ayer que no supieron estar a la altura de los retos de hoy, porque hay muchos ciudadanos que votarán para que la polarización de nuestra sociedad termine.
Por Carlos Román