El PAN es un partido de derecha que defendió y sostuvo como ideología el humanismo cristiano, con una importante trayectoria en la vida política de México. Tuvo su origen gracias a la visión de intelectuales y políticos que entendieron en su tiempo, lo indispensable y necesario de formar una oposición seria, articulada y con ideas para enfrentar al oficialismo.
Los fundadores del PAN, entre los que destacan: Manuel Gómez Morín, Efraín Gonzalez Luna, Rafael Preciado Hernández, sin poder dejar de mencionar a Carlos Castillo Peraza, quien no fue fundador, pero si contribuyó a la formación teórica y posicionamiento político del Partido que llevaron a Vicente Fox a ganar la presidencia de la República en el año 2000, a pesar de su pobrísimo nivel en todos los sentidos, inclusive, no pudo ni siquiera operar su propia sucesión, en la cual se impuso Felipe Calderón, con el impagable costo de una elección fraudulenta, en la que le robaron a Andrés Manuel López Obrador la presidencia.
Felipe Calderón se enfrascó en una lucha de antemano perdida, no solo contra el narco, sino contra la posibilidad de que su partido permaneciera en la Presidencia durante por lo menos otro sexenio. Terminó regresándole el poder a su antiguo y odiado oponente: el PRI. Juntos PRI y PAN han sido los partidos más corruptos de la historia de México.
El PAN pasó de ser un Partido meramente conservador, contestatario y de una derecha rancia y premoderna, a uno pragmático que olvidó y traicionó sin pudor ideales para convertirse en una especie del PRI con un discurso lleno de moralina, que se alejó completamente del electorado, incluso en estados con una fuerte historia, presencia y estructura panista como Jalisco, en donde gobernó tres sexenios y por la corrupción que desplegó, ahora se encuentra proscrito por sus latrocinios y transas que incluyeron hasta una monumental mentada de madre a los jaliscienses.
Ese PAN de derecha, conservador, con un discurso de respeto a la ley; preocupado por la honestidad y amigo de la libertad como valor fundamental del hombre, les dio muchos votos en el pasado. Pero sin duda, todo lo que obtuvo durante décadas, incluido el poder, se perdió por las mismas prácticas que tanto criticó. Sus nuevos cuadros destacados, como Francisco Garcia Cabeza de Vaca y su abogado Roberto Gil, Javier Lozano, Alejandra Sota, César Nava, Maximiliano Cortázar, Rogelio Carbajal, Ricardo Anaya, Guillermo Padres, Josefina Vázquez Mota, Francisco Dominguez, Emilio Gonzalez Márquez, por citar solo algunos, casi todos ligados con Felipe Calderón, acabaron con esa historia y tradición del PAN. La honestidad se fue al pozo y los escándalos que generaron sus gobiernos, terminaron por cobrarle la factura al partido. El costo que han pagado los mantendrá sin posibilidad alguna de crecer electoralmente, máxime que hoy la alianza opositora se acabó, pero las prácticas corruptas de ese grupo siguen como en sus mejores tiempos. Lo grave es la participación de algunos políticos de la 4T con estos panistas descarriados. A ver que dice su jefe.
Si el PAN en verdad considera volverse competitivo nuevamente, más que actualizar sus estatutos, como lo acaba de anunciar su presidente nacional Marko Cortés, debe buscar hacer a un lado a militantes corruptos y cambiar sus prácticas que virtualmente lo han borrado de la lucha electoral en México. Retomar orígenes, un discurso y activismo del siglo XXI, sería la única posibilidad de que se pueda dar una alternancia en los próximos años, pero insisto que en el 2024 no será, después tal vez y dependerá de lo que hagan hoy. El PAN esta sucio y necesita limpiarse. No hay nada más cuestionable que decir una cosa y hacer exactamente lo contrario, pero así son casi todos los políticos, por eso son iguales.
Por Carlos Román