Como seres humanos, siempre estamos a la búsqueda de sentido en todo lo que hacemos, y el trabajo no es la excepción. Tener un propósito profesional es tener eso que nos impulsa a ir hacia adelante y que en la vida nos llena de sentido, optimismo, energía y nos permite realizar nuestras actividades con mayor soltura.

“Las personas que viven su propósito en el trabajo son más productivas que las personas que no lo hacen. También son más saludables, más resistentes y tienen más probabilidades de permanecer en una empresa”, sostiene un estudio de la consultora McKinsey.

Por ello, ya sea que estés trabajando en el lugar de tus sueños o estés pasando por un momento en el que estás laborando en algo que no te llena pero que necesitas para obtener recursos, necesitas tener un propósito profesional que corresponda con el contexto que estás viviendo y con tus propios valores, ya que esto te ayudará a salir a flote en momentos de frustración.

“Siempre va a haber una forma de conectar el trabajo que tengo –aunque no guste– con ese propósito que busco cumplir en mi carrera”, Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo personal e instructora de Udemy. En contraste, si tu única motivación es el dinero, es altamente probable que no lograrás mantener la motivación a largo plazo.

Para encontrar este propósito profesional la especialista de Udemy da 5 pasos a seguir.

  1. Haz preguntas. Lo primero que tienes que hacer es cuestionarte, “¿por qué hago este trabajo? Si tu primera respuesta es “por dinero”, sigue preguntando hasta que llegues al fondo de la situación. Anota esa reflexión en un cuaderno. Tómate tu tiempo. Es algo a lo que le dedicas por lo menos ocho horas de tu vida, así que vale la pena.
  1. Identifica tus valores. ¿Qué es lo que valoras y por lo que consideras que vale la pena luchar? Colaboración, igualdad, equidad, diversidad, prosperidad, respeto, transparencia. Enlista cuáles son los valores que tienes en el trabajo y por los que sientes que vale la pena hacer lo que haces. Elige cinco que te identifiquen como profesional y anótalos.
  1. Haz match. Ya con la información recabada, puedes hacer una relación entre lo que valoras y lo que haces actualmente. ¿Cómo se relacionan tus valores con el trabajo que tienes? Define cómo los valores se reflejan en tu trabajo.
  1. Vuelve a la pregunta inicial. Una vez que hayas encontrado todas esas conexiones, regresa a la primera pregunta que se relaciona con el por qué haces lo que haces. Ahí encontrarás probablemente que te dedicas a eso porque te ayuda a promover tus valores y te llenarás de sentido y compromiso. Sin embargo, puede ocurrir lo contrario, y también es muy útil, ya que darte cuenta de que tus valores como profesional no se vinculan –o incluso se contraponen– con tu trabajo actual o con los de la empresa en la que laboras te impulsará a cambiar de empleo porque no se alinea con tu propósito.
  1. Revísalo y ajústalo en el tiempo. Como seres humanos, cambiamos y nos transformamos, no solo nosotros, sino también el contexto en el que vivimos. De acuerdo con este mismo estudio de Mckinsey casi dos tercios de los empleados encuestados dijo que el COVID-19 les llevó a reflexionar sobre su propósito y una buena parte consideró el tipo de trabajo debido a ello. Así que lo que vivimos también nos ayuda a cambiar. Si no ocurre nada en el exterior que te lleve a la reflexión, hazlo cada año.

Tener un propósito profesional es algo que es responsabilidad de los trabajadores, ya que cada uno responde a un contexto y realidad muy particular. Por eso es muy importante dedicarle tiempo para comprometerse en definirlo y, si ya lo tenemos, revisarlo continuamente para mantenerte motivado.

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