Imagina que tu galleta favorita, aquella que siempre ha presumido de estar cargada de chocolate, de repente ya no puede usar ese nombre porque su receta ha cambiado tanto que legalmente ya no califica como producto chocolatero. Esto no es una hipótesis futurista, sino la realidad que está viviendo el Reino Unido, donde marcas icónicas como las galletas Club y las barritas Penguin de McVitie’s han tenido que modificar su denominación oficial. El motivo detrás de este cambio nos afecta a todos los amantes del cacao: los precios se han disparado de manera alarmante, llevando a los fabricantes a reducir el contenido real de chocolate en sus productos para mantenerlos accesibles en los estantes.
La situación tiene una explicación económica clara: desde 2024 y especialmente en 2025, el costo del cacao ha experimentado incrementos históricos que han puesto contra las cuerdas a toda la industria chocolatera. En regiones como el Reino Unido y la Unión Europea, la legislación establece que para que un producto pueda comercializarse como ‘de chocolate’, debe contener al menos un 20% de sólidos de cacao. Cuando los fabricantes cruzan ese límite hacia abajo, se ven obligados a cambiar la denominación a términos como ‘sabor a chocolate’ o ‘con sabor chocolate’. Esta estrategia, conocida como reduflación, permite a las empresas mantener precios estables para el consumidor final, pero a costa de alterar la esencia misma del producto.
Paradójicamente, mientras el consumo de chocolate ha disminuido aproximadamente un 8.6% según datos de Produlce (la asociación del sector), el negocio ha logrado generar más de 80 millones de beneficios adicionales comparado con el año anterior. Esto se explica porque, aunque se venden menos unidades, el precio por producto ha aumentado significativamente – actualmente el chocolate es casi un 19% más caro que hace un año. Los consumidores están pagando más por menos, y las empresas están encontrando formas creativas de navegar esta crisis de costos sin perder completamente a su clientela.
El futuro del chocolate parece incierto pero definitivamente más caro. Aunque recientemente el precio del cacao ha dado un pequeño respiro, sigue estando al doble de lo que era habitual en años anteriores, y todos los indicadores sugieren que la tendencia alcista continuará a medio plazo. Como consumidores, nos enfrentamos a una nueva realidad donde la calidad y autenticidad de nuestros productos favoritos podrían seguir comprometiéndose. La próxima vez que compres una galleta o barrita de chocolate, quizás quieras revisar la etiqueta más detenidamente – lo que antes era chocolate, hoy podría ser solo su recuerdo.

