La seguridad en internet es un tema que nunca pasa de moda. En la búsqueda constante de una red más segura, un grupo de investigadores de CyLab, el laboratorio de seguridad y privacidad de la Universidad Carnegie Mellon, ha desarrollado un método innovador para crear contraseñas más seguras y fáciles de recordar. Lo sorprendente es que, según estos expertos, dejar de lado los caracteres especiales podría ser la clave para protegernos de mejor manera.
Los investigadores de CyLab han pasado más de una década estudiando cómo lograr una combinación ideal de seguridad y usabilidad al crear contraseñas. Después de años de pruebas y experimentos, han llegado a la conclusión de que una contraseña segura no depende tanto de usar números, símbolos o mayúsculas, como nos han hecho creer en el pasado. En realidad, el secreto está en la longitud. Concretamente, recomiendan crear contraseñas de al menos 12 caracteres para garantizar un nivel alto de protección y, a la vez, facilitar que las personas las puedan recordar más fácilmente.
Este equipo de investigadores incluso desarrolló un “medidor de fortaleza de contraseña” que usa redes neuronales artificiales. Este medidor funciona directamente desde el navegador y ofrece sugerencias al usuario para fortalecer su contraseña a medida que la escribe. Su diseño permite evaluar diferentes políticas de creación de contraseñas, y han demostrado que una contraseña más larga es más efectiva que una llena de caracteres especiales que suele ser más difícil de recordar.
La preocupación por las contraseñas sigue siendo relevante en el mundo digital, donde el uso de combinaciones como “123456” o “password” sigue siendo común. Los investigadores de CyLab sugieren complementar la longitud con el uso de listas negras que eviten contraseñas comprometidas con anterioridad. Este estudio presenta una herramienta útil para aquellos que quieren mejorar sus políticas de seguridad y protegerse mejor en un mundo cada vez más digitalizado.
En conclusión, replantear cómo elegimos nuestras contraseñas es crucial para avanzar en la seguridad online. No se trata solo de complicar los caracteres, sino de alargar la frase de modo que sea más segura y fácil de recordar. Esta investigación no solo nos ofrece una solución práctica, sino que nos invita a reflexionar sobre cómo pequeñas modificaciones en nuestras prácticas cotidianas pueden tener un gran impacto en nuestra seguridad personal en internet.

