En el mundo de la tecnología, a veces la emoción por lo nuevo puede llevar a algunos fabricantes a cruzar líneas que no deberían. Eso fue exactamente lo que le sucedió a Genki, un fabricante de accesorios poco conocido, que decidió adelantarse al anuncio oficial de Nintendo mostrando mockups del esperado Switch 2 durante el Consumer Electronics Show (CES) de enero. Lo que pareció una jugada audaz en su momento, terminó convirtiéndose en un dolor de cabeza legal para la compañía, que ahora deberá pagar daños no especificados a la gigante japonesa por infracción de marca, competencia desleal y publicidad engañosa.
Todo comenzó cuando Genki mostró a prensa y asistentes del CES una maqueta impresa en 3D del entonces no anunciado Switch 2, luciendo sus propios accesorios. La compañía incluso publicó un video mostrando la maqueta desde varios ángulos, revelando lo que parecían ser diseños altamente confidenciales de la consola. Esto ocurrió aproximadamente una semana antes de que Nintendo lanzara su propio teaser de ‘primera mirada’ y meses antes de la revelación oficial del sistema. En ese momento, un representante de Genki aseguró que no habían firmado ningún acuerdo de confidencialidad con Nintendo y que por lo tanto ‘no tenían nada de qué preocuparse’.
Sin embargo, las cosas cambiaron drásticamente en mayo cuando Nintendo presentó una demanda alegando que Genki había engañado a los consumidores mostrando ‘maquetas y renderizaciones no autorizadas del Nintendo Switch 2 y sus accesorios’. La compañía argumentó que estos reportes públicos generaron ‘confusión entre los consumidores respecto a la validez de las declaraciones de Genki y su asociación con Nintendo’. Abogados de Nintendo habían visitado previamente el stand de Genki en el CES una vez que los reportes sobre la maqueta comenzaron a viralizarse, pero fue la demanda formal la que realmente puso las cosas en perspectiva.
Este caso nos recuerda la importancia de respetar la propiedad intelectual y los tiempos de lanzamiento de las empresas, especialmente cuando se trata de productos tan esperados como una nueva consola. Aunque el entusiasmo por compartir novedades es comprensible, especialmente en ferias como el CES, es crucial recordar que existen límites legales y éticos que deben respetarse. Para los consumidores, también sirve como advertencia sobre confiar en información que no proviene directamente de la fuente oficial, pues puede llevar a confusiones y expectativas poco realistas.