hands holding receipt and notes

En el mundo empresarial, los recibos falsos no son algo nuevo. Desde hace tiempo, algunos empleados han intentado inflar sus gastos con facturas inventadas. Lo que sí es novedoso es la herramienta que ahora se utiliza para crearlos: la inteligencia artificial generativa. Estos documentos pueden generarse en cuestión de segundos, con un nivel de realismo que engaña fácilmente al ojo humano. El problema ha crecido tanto que las empresas de software de auditoría han tenido que recurrir a la misma tecnología para combatir el fraude.

Anant Kale, director ejecutivo de AppZen, una plataforma líder en gestión de gastos, ha observado cómo las redes sociales se llenan de tutoriales para crear recibos ficticios con IA. Él mismo admite que es ‘demasiado fácil’ generarlos. Hasta hace poco, los fraudes más comunes se fabricaban con plantillas o editores de imágenes básicos. Hoy, basta con pedirle a un chatbot que genere un recibo realista de un restaurante en Madrid o de un hotel en Bangkok, y en segundos se obtiene un documento casi indistinguible de uno auténtico. La Association of Certified Fraud Examiners estima que un 13% de los casos de fraude ocupacional en los últimos 18 meses estuvo relacionado con gastos inflados o inventados, con un daño promedio de unos 50,000 dólares por empresa.

Las compañías líderes en control de gastos, como AppZen, Expensify y SAP Concur, han reaccionado con rapidez. Todas han incorporado en los últimos meses funciones específicas para identificar justificantes generados artificialmente. Según AppZen, cerca del 30% de los recibos fraudulentos que detecta ya provienen de chatbots, y la cifra sigue creciendo. Expensify intercepta cientos cada mes, y SAP Concur estima que alrededor del 1% de los justificantes que audita podrían haber sido creados con IA. Los programas de auditoría ya no confían solo en el ojo humano, sino que utilizan varias capas de análisis para detectar estas falsificaciones.

Los expertos coinciden en que el problema no desaparecerá, sino que evolucionará. Cada nueva generación de modelos generativos será más convincente, y cada nueva herramienta de detección deberá aprender a reconocer trampas más sutiles. A veces, la falsificación comienza casi como una excusa: un trabajador que perdió un recibo legítimo y decide ‘recrearlo’. Pero, si nadie lo detecta, puede convertirse en un hábito. En casos más graves, se han identificado empleados que inventaron viajes completos con recibos falsos de vuelos y hoteles a ciudades que nunca visitaron. La lucha contra el fraude con IA es un recordatorio de que, en la era digital, la tecnología puede ser tanto una solución como un desafío.

Por Editor