¿Te ha pasado alguna vez que, después de unas vacaciones largas, sientes que el regreso a la rutina te deja más cansado que descansado? Despertar y sentir el peso de la fatiga tanto física como mental es más común de lo que crees. Y en esos momentos, la idea de hacer ejercicio puede parecer un imposible. Sin embargo, hay una alternativa balanceada que no requiere energía excesiva: el yoga suave.
Xuan Lan, una experta en yoga reconocida, apuesta por una serie de posturas diseñadas para esos días en que sólo queremos cerrar los ojos. Según Xuan Lan, cuando el cuerpo acumula demasiada tensión y parece que no responde, es cuando más necesitamos estirarnos y relajarnos. El yoga suave que propone está compuesto de ocho ejercicios que descongestionan el cuerpo y revitalizan las energías. Sutil y práctico, este tipo de yoga promueve la armonía entre cuerpo y mente, sin las exigencias físicas de formas más intensas.
Imagina una postura donde cómodamente te estiras formando una curva delicada, como una banana. Este ángulo no solo ayuda a liberar la rigidez acumulada tras horas de rutina, ya sea frente a una computadora o de pie, sino que también activa una sensación de bienestar inmediata. Otra de las secuencias de esta práctica incluye movimientos de activación respiratoria junto con estiramientos suaves. Esta combinación ayuda a flexibilizar la espalda a la vez que libera tensiones en la zona lumbar. Así, las torsiones integradas en algunas secuencias no son sólo para sofisticar la práctica; estas ayudan a que nuestra columna vertebral respire mejor y masajean sus órganos internos.
El enfoque que nos ofrece Xuan Lan con cada ejercicio es claro: escuchar a nuestro cuerpo, dejarnos llevar por las sensaciones más que forzarnos en una búsqueda de perfección postural. Al concluir la serie de estiramientos y movimientos, sentirás un profundo alivio, como si un peso invisible se hubiese disuelto. Así, cada inhalación y exhalación acompaña el viaje hacia una tranquilidad renovada.
Desconectar del mundo externo para reconectar con nuestro interior puede ser precisamente lo que necesitamos para recuperar nuestras energías. En esos momentos de cansancio extremo, el yoga suave se convierte en un aliado poderoso, recordándonos que a veces parar, respirar y moverse lentamente puede ofrecernos mucho más de lo que creemos. En el fondo, no se trata de más que de volver a nosotros mismos en medio del ajetreo cotidiano.