a wooden figure holding a chinese flag

China sigue demostrando su poderío en el ámbito tecnológico y ahora apunta sus esfuerzos innovadores hacia la industria farmacéutica. Tradicionalmente reconocido por su liderazgo en paneles solares y baterías de litio, el gigante asiático se propone aplicarle la misma fórmula de éxito a la biotecnología y los medicamentos, encendiendo las alertas en las farmacéuticas occidentales.

La presencia de China en el mercado mundial de las células fotovoltaicas es indiscutible, alcanzando un 80% de la cuota global. Este dominio no solo se queda en las energías renovables; también lidera en la producción de baterías de litio, con compañías como CATL y BYD en la cima de esta industria. La combinación de una robusta capacidad de producción con fuertes inversiones en investigación y desarrollo ha permitido a China destacarse y afianzar su competitividad a nivel mundial.

Ahora, China está volcando su atención hacia la biotecnología, donde busca replicar su éxito tecnológico en la fabricación de medicamentos. La industria farmacéutica china está en un “momento DeepSeek”, ofreciendo medicinas altamente competitivas que captan el interés de corporaciones multinacionales. Estas empresas buscan adquirir licencias para comercializar y distribuir los productos desarrollados por sus homólogos chinos, saltándose los largos procesos de desarrollo desde cero.

Sin embargo, a pesar de sus impresionantes avances, China enfrenta retos en este nuevo camino. Las tensiones geopolíticas, especialmente con potencias como los Estados Unidos, complican su expansión internacional. Según Da Liu, director del fondo de inversión CR-CP Life Science Fund, para que las biotecnológicas chinas se conviertan en actores globales importantes, necesitan dominar al menos uno o dos campos dentro de la biotecnología. Este dominio local podría ser su carta de presentación para superar las barreras internacionales.

China está decidida a aplicar su fórmula exitosa de integración entre la innovación y la producción a gran escala también en la biotecnología. Conforme el liderazgo chino se expande a nuevos sectores, se observa un fenómeno inevitable: las farmacéuticas occidentales tendrán que estar atentas y posiblemente reinventarse para competir, siempre con el telón de fondo de un escenario geopolítico complejo. El futuro de la medicina podría estar, en gran parte, escribiéndose con caracteres chinos.

Por Editor