El mercado de préstamos por criptomonedas está experimentando un auge significativo en México y América Latina, transformando la forma en que las personas y empresas acceden a financiamiento. Con plataformas como Bit2Me, es posible obtener préstamos de hasta $22 millones de pesos utilizando criptoactivos como garantía.

Este innovador sistema de “lending” permite a los usuarios poner como aval sus criptomonedas, como Bitcoin y Ethereum, y recibir el dinero en forma de otras criptodivisas, incluyendo USDT, USDC y EURT, que luego pueden ser convertidas a dólares. “Las soluciones de Bit2Me se adaptan a las necesidades específicas de cada usuario. A diferencia de un préstamo convencional, las aprobaciones son urgentes y flexibles. Lo mejor es que el prestatario sigue siendo propietario de sus criptomonedas, sin afectar su historial crediticio”, explica Leif Ferreira, CEO y cofundador de Bit2Me.

Existen dos tipos principales de plataformas de préstamos cripto: descentralizadas, que utilizan blockchain para transacciones directas, y centralizadas, que operan como intermediarios, similares a los bancos tradicionales. A pesar del crecimiento, el sector enfrenta desafíos, como la falta de regulación y la volatilidad de las criptomonedas, aspectos que los prestatarios deben tener en cuenta.

Ferreira enfatiza que estamos ante el inicio de una nueva era en el financiamiento, especialmente en un contexto económico difícil. Sin embargo, recalca la importancia de que tanto prestamistas como prestatarios estén informados sobre los riesgos y la naturaleza del mercado cripto.

Además, la inclusión financiera está siendo impulsada por soluciones digitales como UPAGO, que facilita la recaudación y cobranza para empresas, mejorando la gestión de flujos de efectivo. “Queremos replicar este impacto en México, extendiendo nuestras soluciones a sectores aún no digitalizados”, concluye la empresa.

La revolución de los préstamos por criptomonedas en México y LATAM no solo ofrece nuevas oportunidades financieras, sino que también desafía las estructuras tradicionales de financiamiento, promoviendo una mayor accesibilidad y flexibilidad en un mundo en constante evolución.

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