Llega el verano y prueba de ello es cuando empiezas a planificar alguna escapadita para relajarte. Las ganas de despejarte de tu rutina y pasar un rato agradable en alguna piscina o playa, son tentaciones que te llevan a pasar mucho tiempo dentro del agua. Sin embargo, tienes que saber que existen riesgos a los que nuestros oídos están expuestos.

De acuerdo con estudios, el 84% de las otitis externas también conocida como “otitis del nadador” se originan en verano, a través de bacterias u hongos que se encuentran en el agua y que entran en contacto con el conducto auditivo al sumergir la cabeza durante un buen rato. A su vez, la combinación de agua y calor favorece su propagación. Patología que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los niños, casi el 60[1]% de la pérdida de audición se debe a causas como esta.

La otitis ocurre con más frecuencia durante esta época, y en niños de 0 a 7 años, se presentan la mayoría de los casos, porque las visitas a las piscinas son más habituales en periodo caluroso, pero puede producirse en cualquier otra estación del año siempre que se exponga continuamente al contacto con el agua. Se debe aprender a detectar los signos de alarma como picazón y la sensación de tener la “oreja taponada”. Posteriormente, el conducto auditivo se hincha y se produce un fuerte dolor, que aumenta si se toca la zona auricular, especialmente en la parte frontal y también duele cuando masticamos”, comenta la Dr. Jimena Atuán. Médico Audióloga y Gerente Clínica para MED-EL México.

Asimismo, es importante mencionar que, en el mar la presencia de algas, arena y cuerpos extraños favorece la formación de cerumen y la creación de tapones que aumentan el crecimiento bacteriano. En el caso de las piscinas, la concentración excesiva de cloro y un PH inadecuado favorecen la inflamación del conducto auditivo. De todas formas, en ambos casos, si los baños son prolongados y hay un exceso de humedad que no se resuelve, también puede provocar otitis.

Vale la pena mencionar que esta infección es muy común durante la infancia y es una de las causas de pérdida de audición cuando evoluciona en casos extremos. Se calcula que aproximadamente en México el 70 por ciento de los infantes ha tenido algún episodio de esta enfermedad.

Para tratar este tipo de otitis, depende de la gravedad de la infección y del dolor. En la mayoría de los casos, su especialista puede recetar gotas para los oídos que contienen antibióticos para atacar la infección, junto con esteroides para reducir la hinchazón del canal auditivo. En otros casos, cuando la otitis tiene un nivel avanzado y generó pérdida auditiva en el paciente, es necesario evaluar la posibilidad de implantes auditivos”, finaliza la Dra. Jimena Atuan.

Desde MED-EL invitamos a las personas que suelen relajarse y despreocuparse por su salud auditiva durante las vacaciones. Tomen las precauciones necesarias ante la aparición de dolor en los oídos es recomendable realizar la consulta al médico lo antes posible para evitar complicaciones.

Por Editor

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